Ubicado en la zona de mayor crecimiento y verticalidad de São Paulo, este complejo de usos mixtos estaba llamado a ser el nuevo icono de la ciudad.
No solamente por la imponente torre de 230m de altura que hubiera sido el edificio más alto del país, sino por la diversidad de usos y espacios públicos diseñados para el conjunto. Organizado a lo largo de una plaza lineal que divide la parcela longitudinalmente, el mall abierto en tres plantas, climatizado de forma natural, y con vegetación invadiendo los espacios interiores, prevé zonas de ocio, cines, restaurantes, mercado gourmet y áreas de descanso. Sobre el volumen comercial semienterrado, un edificio residencial ofrece vistas privilegiadas y alberga los servicios del conjunto. En el lado opuesto, se yergue la esbelta torre de oficinas de 55 plantas, compuesta por una estructura en malla de tubos metálicos y vidrio, en cuyas últimas diez plantas se ubica un hotel, mientras que las plantas inferiores están destinadas a centro de convenciones