La propuesta consigue encajar tanto el complejo programa necesario cómo el aforo al elevar el terreno de juego un nivel por encima del actual. Se mejoran así las conexiones con las calles circundantes y se gana una superficie subterránea extra, tan valiosa en una parcela de estas características.
Una solución estructural sincera con un toque para hacerla única y reconocible para el Bolívar.
Ubicado en el centro del histórico barrio paceño de Tembladerani, el nueva estadio se erige sobre los restos del anterior, aumentando su capacidad hasta los 20.000 asientos.
La prominente estructura de hormigón desempeña un papel fundamental en la configuración del nuevo estadio. Los masivos pilares de hormigón sostienen los forjados superiores sobre las tribunas laterales y al mismo tiempo alojan las conexiones verticales.
Esta estructura desnuda, dispuesta en un ritmo constante de llenos y vacíos, es suficiente para mostrar una imagen potente que sobresale en el paisaje paceño y que al mismo tiempo se integra al estadio con sus aledaños.