El tratamiento acristalado de las fachadas minimiza el impacto con el exterior y la aplicación de la serigrafía consigue un mayor control de la iluminación natural, aportando una sosegada atmósfera interior.
La estación del AVE en Antequera se proyecta como una topografía, un accidente en el terreno en un lugar sin referencias arquitectónicas
El gran hall a doble altura contiene dos andenes de 400 metros de longitud para alta velocidad con dirección a Madrid y a Málaga, y un tercero para trenes regionales. Las exigencias técnicas determinan la configuración longitudinal del edificio, los accesos a los andenes y las cotas de los niveles. En altura existe una segregación de usos: cada pieza tiene su cubierta metálica con alturas y curvaturas diferentes, ofreciendo una imagen exterior segmentada en franjas longitudinales.
Fotografías: Jorge López Conde, Eduardo López Rodríguez