La fachada dinámica, que insinúa el interior sin revelarlo completamente, la composición de líneas rectas y curvas, genera un ambiente de dinamismo y sofisticación. Materiales como piedra, madera y tejidos con tramas geométricas actúan como un hilo conductor, unificando los espacios con una paleta neutra y elegante.
El proyecto, titulado “Entre(s) espacios”, se estructura en tres áreas diferenciadas pero armoniosamente conectadas. Al acceder, el visitante es recibido en una zona multifuncional que integra comedor y sala de reuniones en un ambiente relajado e informal. Aquí, la barra de bar y la confortable zona de estar logran un equilibrio entre funcionalidad y confort, invitando a socializar en un entorno acogedor.
La transición hacia el centro del stand se presenta como un espacio conector visual y sensorial, donde las texturas provocan una sensación de infinitud y fluidez, destacándose del resto del recorrido y ofreciendo un momento de ruptura estética.
El recorrido culmina en un salón de tonos neutros y sobrios, concebido como un escenario sereno para las piezas de Eichholtz, donde cada mueble adquiere protagonismo, resaltando su diseño elegante en un entorno equilibrado y acogedor que invita a apreciar cada detalle.
