Recuperar el "Genius Loci" o Identidad del Lugar
La propuesta de diseño de L35 Architects ha tenido como objetivo la renovación del propio edificio y de sus áreas exteriores, reinventando la herencia de Manrique y adaptándolo a las posibilidades técnicas actuales.
La Vaguada fue inaugurada en 1983 y se convirtió en el primer centro comercial de España, siendo considerado "El corazón de Madrid".
La renovación ha puesto en valor este legado histórico, basándose en los mismos conceptos que en su día fueron vertebradores del diseño realizado por el artista canario César Manrique: los contrastes de los materiales naturales, la participación de la vegetación, la importancia de los grandes lucernarios y la firma icónica del centro - las velas-, sobre la fachada de jardineras.
Durante cuarenta años de andadura el centro ha ido evolucionando. Es por eso que la intervención de L35 Architects pone en valor muchos de los detalles originales, ocultados por algunas de las reformas realizadas en el pasado, asegurándose de que cualquier nueva intervención no solo respete, sino que enriquezca la idea original. En la paleta cromática interna se han reinterpretado los tonos de la naturaleza insertando colores terrosos y amplificado las transparencias, además de destapar materiales originales del edificio como el hormigón de los pilares, dialogando con el diseño original y recuperando la personalidad del centro.
El proceso de reforma: acondicionamiento y sostenibilidad
El objetivo principal de la reforma es crear ambientes luminosos y cohesionados en la galería comercial, así como cálidos y naturales en la zona de restauración, incorporando elementos con un aspecto más rústico e industrial.
Un punto clave consiste en la utilización de materiales con un alto grado de sostenibilidad, reciclables y energéticamente eficientes. Entre estos destaca el uso del ETFE en los lucernarios de la cubierta (2.850m²), un material innovador que ha “reinventado el vidrio”, es 100% reciclable y con su instalación permite reducir la huella de carbono.
Se ha realizado un acondicionamiento integral del centro para mejorar el confort de los visitantes. Para ello, se ha reducido el ruido en un 47%, implementando lamas fonoabsorbentes que reducen la contaminación acústica y hacen la experiencia del cliente más agradable.
Finalmente, se ha facilitado la forma de llegar a la terraza ajardinada del edificio, mediante un nuevo acceso y dos escaleras mecánicas. Estas conectan la Plaza Central del centro comercial con el exterior, siendo uno de los aspectos que más está llamando la atención de los visitantes.
Integración de Áreas Verdes y Espacios Exteriores
El nuevo diseño incluye mejoras de integración con el entorno urbano y el barrio, zonas verdes, más accesos y fluidez de su espacio interior y exterior. En su diseño original, César Manrique visualizó un espacio que funcionara como un parque urbano, una especie de oasis en medio de la ciudad. Esta idea ha sido retomada por L35 creando zonas verdes que promueven la interacción social y proporcionan espacios de descanso en un ambiente natural. Así, el centro comercial se transforma en un espacio social, más que en un simple lugar de compras, un refugio urbano lleno de vida y funcionalidad, en equilibrio con su entorno.
Las velas de La Vaguada
Las velas fueron retiradas para la construcción de nuevos lucernarios, pero volverán a instalarse. De hecho, además de su función estética, ahora van a tener una utilidad fundamental en cuanto a la gestión energética del centro. Su situación fue estudiada meticulosamente para mejorar la luminosidad en invierno y tamizar la fuerte luz solar en verano, permitiendo ahorros energéticos en climatización muy importantes.
