Cinco claves para reformar un Centro Comercial histórico

· 27 de noviembre, 2024

Reformar es una oportunidad para reinventar los espacios y alinearlos con las necesidades sociales y urbanas contemporáneas. ¿Cómo lograr una intervención que, además de actualizar su estética, revitalice el lugar, respetando su historia y potenciando su funcionalidad y sostenibilidad?

José Ángel Rodríguez, Itziar Huarte

Reformar un centro comercial existente va más allá de una simple actualización estética. Se trata de reinventar estos espacios, respondiendo a las necesidades urbanas y sociales contemporáneas. Las claves para una intervención exitosa radican en la capacidad de generar experiencias que respeten el legado arquitectónico y, a la vez, lleven el edificio a los más altos estándares de eficiencia, potenciando el bienestar de los usuarios.

1. Recuperar el Genius Loci o Identidad del Lugar

Respetar y revitalizar el legado histórico del centro comercial, integrando elementos arquitectónicos y conceptos originales que conecten con la identidad del lugar.

En el caso de La Vaguada, la concepción del proyecto se ha desarrollado en armonía con la visión original de César Manrique. El escultor canario, junto con José Ángel Rodrigo, concibió un espacio orgánico y abierto que contrasta con el urbanismo frenético del entorno, insertando elementos naturales que aportan un sentido de equilibrio y armonía ecológica. La reforma de L35 Architects pone en valor estos detalles originales, que habían sido ocultados por reformas anteriores, asegurándose de que cualquier nueva intervención no solo respete, sino que enriquezca la idea original.

En la paleta cromática interna se han reinterpretado los tonos de la naturaleza insertando colores terrosos y amplificado las transparencias, además de destapar materiales originales del edificio como el hormigón de los pilares, dialogando con el diseño original y recuperando la personalidad del centro.

2. Mejora de las prestaciones energéticas y la sostenibilidad

Optimizar la eficiencia energética mediante el uso de materiales sostenibles, tecnologías de bajo consumo y soluciones que reduzcan la huella de carbono del edificio.

La meticulosa selección de materiales ha priorizado mejorar tanto la eficiencia energética como la acústica, ofreciendo ventajas adicionales como la reciclabilidad y la resistencia al fuego. El uso del ETFE para las cubiertas proporciona una apertura más generosa que permite ganar luminosidad y seguridad, destacando por su alta sostenibilidad y eficiencia energética, con una baja huella de carbono y la posibilidad de reciclaje completo al final de su vida útil.

3. Integración de áreas verdes y espacios exteriores

Incorporar zonas verdes y espacios abiertos que mejoren la relación del centro con su entorno urbano y ofrezcan áreas de esparcimiento para los visitantes.

En su diseño original, César Manrique visualizó un espacio que funcionara como un parque urbano, una especie de oasis en medio de la ciudad.

Esta idea ha sido retomada por L35 creando zonas verdes que promueven la interacción social y proporcionan espacios de descanso en un ambiente natural. Así, el centro comercial se transforma en un espacio social, más que en un simple lugar de compras, un refugio urbano lleno de vida y funcionalidad, en equilibrio con su entorno.

4. Optimización de la circulación y accesos para espacios flexibles y funcionales

Actualizar los accesos y las circulaciones para mejorar la fluidez del movimiento, facilitar el acceso y adaptarse a las nuevas necesidades del tráfico peatonal.

La sustitución de los lucernarios originales ha permitido adoptar un diseño mucho más orgánico para las circulaciones interiores, gracias a su unificación, optimizando las alturas y permitiendo la máxima flexibilidad de los espacios para el futuro.

La incorporación de nuevas escaleras mecánicas de conexión directa con la planta terraza exterior, ha mejorado la accesibilidad y la conexión con esos espacios y el cierre de flujos peatonales.

5. Mejora del confort del usuario

- Optimización de la iluminación natural y artificial

Según Itziar Huarte, socia en L35 Architects, “el gran atractivo del centro es su luz natural y la vegetación que hace que un centro comercial se perciba como la plaza del pueblo”. Este concepto de plaza ha sido reinterpretado en La Vaguada para crear un espacio acogedor y lleno de luz natural. Los antiguos lucernarios piramidales se han sustituido por la nueva cubierta de ETFE con control solar, permitiendo que la luz natural inunde los interiores.

El resultado es una experiencia que evoca la sensación de estar al aire libre, mejorando la conexión visual con el exterior y ofreciendo confort térmico y acústico.

- Confort Acústico

Uno de los mayores logros ha sido la incorporación en las galerías de falsos techos de lamas de fieltro reciclado, que han revolucionado la calidad sonora del centro. Este detalle ha transformado la estancia de los usuarios, ofreciendo una atmósfera mucho más agradable, uniforme y funcional para el día a día.

- Materialidad

Los tonos cálidos y terrosos seleccionados para la reforma crean un ambiente acogedor que dialoga con la arquitectura original. Del mismo modo, mantener los suelos blancos, apostar por unificar visualmente las galerías y las grandes aberturas aumentan la sensación de calma y confort.